Así lo explicó a Servimedia un portavoz del gestor ferroviario, quien indicó que ya se han abierto las ofertas técnicas y que en el plazo de un mes aproximadamente se abrirán las propuestas económicas.

El plazo para concurrir a este concurso se cerró ayer lunes, tras haber sido ampliado el primer límite fijado para el pasado 24 de marzo.

Las superficies estimadas objeto de la licitación son de 6.046 metros cuadrados en el edificio de cabecera y de 3.429 metros en los espacios libres anexos.

El importe a abonar a Adif por este concepto se compone de una renta fija y una variable, ambas a ofertar por el licitador, con una renta mínima garantizada de 150.000 euros al año.

Para facilitar la participación de licitadores, se han establecido unas reducciones de las rentas durante los primeros años en los que se tendrá que realizar el mayor esfuerzo en rehabilitación.

Adif destaca que el edificio de la antigua Estación del Norte de Madrid cuenta con unas comunicaciones “inmejorables” con acceso al tráfico rodado desde la Calle 30 y con transporte público junto al edificio mediante el intercambiador de Príncipe Pío (tren de Cercanías, Metro y autobuses interurbanos y urbanos).

El inmueble, que se encuentra protegido urbanísticamente, data de principios del siglo XX, si bien el complejo de la estación proviene de finales del siglo XIX. Actualmente no se desarrolla ninguna actividad en el edificio, por lo que el arrendatario deberá proceder a la necesaria restauración y rehabilitación integral, con especial atención a las fachadas y las cubiertas.

El uso urbanístico actual del inmueble es de “terciario recreativo espectáculos” y hasta la fecha diferentes operadores han mostrado a Adif su interés por el concurso para la implantación de diferentes actividades en el edificio, dada su singularidad, polivalencia y ubicación del mismo.

En el año 2004, con la implantación del Centro Comercial Príncipe Pío, se rehabilitó una buena parte del conjunto de la estación, quedando pendiente el edificio histórico de cabecera.

Con este concurso, Adif pretende también, además de la restauración del edificio, fomentar la colaboración público-privada, generando actividad económica, contribuyendo a la regeneración de la zona, y recuperando para la ciudad de Madrid, con su puesta en uso, un edificio histórico que llevaba más de dos décadas sin actividad y que se degradaba con el paso del tiempo.