El diputado socialista Miguel Aguado dudó de los beneficios que puede obtener Becerril con este proyecto que “tiene una gran oposición vecinal”. El rechazo de la oposición a este circuito no contó con el apoyo del PP, que no se sumó al frente común contra esta iniciativa.

Según Aguado, este proyecto afectará al medio ambiente y a la calidad de vida de los vecinos de Becerril, ya que el ruido de las motos provocará perjuicios a los vecinos de las urbanizaciones cercanas a la citada instalación deportiva.

“No es la ubicación mas adecuada”, señaló este diputado autonómico, quien propuso “que se reconsidere el proyecto”. Por su parte, la diputada UPyD Loreto Ruiz de Alda pidió que la Consejería de Medio Ambiente haga una evaluación ambiental del proyecto superior a la ya realizada.

La diputada de IU Carmen Villares dijo que el circuito está “en un suelo que es de todos los vecinos de Becerril que ahora será de uso particular, lo que supone que se enajena un bien de todos”.

Criticó no este proyecte no contemple la creación de puestos de trabajo, denunció que los gases emitidos por la motos, sus ruidos y los residuos que se generarán afectarán a los vecinos que viven cerca.

El diputado del PP Pablo Luis Jorge Herrero dijo que los terrenos en los que está previsto instalar ese circuito de motos es de propiedad privada y destacó que el expediente del citado proyecto ha pasado satisfactoriamente todos los trámites.

Asimismo, el director general de Evaluación Ambiental, Mariano González, explicó hoy que no es necesario hacer una evaluación ambiental más completa, como pidió la oposición, y dijo que esta instalación no contará con gradas, sólo funcionará cuatro días a la semana y la podrán utilizar sólo deportistas federados para sus entrenamientos.

“No es un proyecto de competiciones”, dijo el director general, quien señaló que el circuito estará cerrado al público. Señaló que este circuito estará cerrado los meses de julio y agosto y nunca podrán estar diez motoristas simultáneamente en la pista.

Respecto al ruido, dijo que en el estudio de evaluación ambiental realizado por su departamento los niveles de ruido no superan los 45 decibelios, menores que el límite legal.