Este convenio, del que podrán beneficiarse presos que estén en el segundo y tercer grado de su pena, tiene un presupuesto de 1.740.000 euros que "La Caixa" abonará a través de su fundación.

Los reclusos beneficiarios del programa recibirán formación en centros educativos homologados, designados por la administración, situados fuera de los centros penitenciarios y con un horario semilaboral, con el objetivo de que los internosse familiaricen con las obligaciones que comporta un empleo estable.

En este sentido, la formación profesional que plantean las nuevas becas de la caja de ahorros es netamente práctica y abarca campos tan diversos como la construcción, las nuevas tecnologías, la mecánica, la fontanería o la atención geriátrica.

El presidente de "La Caixa", Ricardo Fornesa, dijo durante la firma que el objetivo fundamental que se persigue con estas becas es "evitar la exclusión de un recluso que al salir de la cárcel se encuentra con un mundo que no tiene nada que ofrecerle".

Por su parte, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, recordó que "el artículo 25.1 de la Constitución establece que las penas privativas de libertad tienen un sentido y no es otro que la reinserción y la reeducación". Con este convenio "les estamos dando una base, un soporte para que no vuelvan a delinquir" porque "la sociedad contrae un compromiso de reeducar y de reinsertar a quien durante un tiempo de su vida permanece aislado", manifestó.

Esta iniciativa se enmarca dentro de los Programas Educativos de la Obra Social "La Caixa", que en 2006 dedica 25,5 millones de euros a impulsar actividades de investigación y formación para públicos de todos los niveles formativos.