El presupuesto para esta edición asciende a 352 millones de pesetas. Dos terceras partes de él corresponderán a los cánones pagados por los expositores, mientras que el resto procederá de la recaudación en taquilla. Las entradas costarán 350 pesetas para adultos y 50 para niños.

Uno de los atractivos de esta feria será la reapertura al público del pabellón que representó a Asturias en la Exposición Universal de Sevilla de 1992, que está ubicado junto al recinto ferial, aunque se precisará una entrada diferente para acceder al recinto, que costará 100 pesetas.

La presencia de empresas españolas será importante. De ellas, el 50 por ciento serán asturianas y el resto de Madrid, Cataluña, País Vasco y Castilla-León.

Otros 328 expositores extranjeros compltarán la muestra. El 60 por cien proceden de países de la Unión Europea, seguidos del resto de Europa, Estados Unidos e Iberoamérica. Además, por primera vez en este evento, se celebrará el I Salón de Componentes y la promoción inmobiliaria.

Según el subdirector de la muestra, la feria dará trabajo a unas 2.000 personas de forma temporal, además de los empleados necesarios en las tareas de montaje y desmontaje de las instalaciones. Los organizadores estiman que la cifra de visitas a la muestra rondarálas 700.000 personas y permanecerá abierta al público hasta el próximo 21 de agosto.