MSF mantiene el cartel de ‘cerrado’ en uno de sus centros contra el ébola en Guinea

- Los casos confirmados se elevan a 151 y las muertes a 95

MADRID
SERVIMEDIA

Médicos Sin Fronteras (MSF) continúa sin poder trabajar en uno de sus tres centros de tratamiento contra el ébola en Guinea, en concreto el que está situado en la localidad de Macenta, después de que una multitud local lanzaran piedras contra edificios y vehículos acusando al personal de esta organización médico-humanitaria de haber llevado el virus al país.

Sin embargo, MSF ha dado de alta a varios pacientes en otros dos centros de tratamiento contra el ébola (en Conakry y en Guéckédou), después de que vencieran con éxito el virus, según informó este lunes la asociación.

Esta ONG señaló que el ébola, que ha elevado el número de casos confirmados a 151 y de muertos a 95, está asociado a altas tasas de mortalidad y no cuenta con una vacuna específica, pero las posibilidades de supervivencia de los pacientes aumenta si reciben el cuidado adecuado, como permanecer hidratado y recibir tratamiento para las infecciones secundarias.

“Cuando el primer paciente salió del centro de tratamiento, estaba feliz y todo el equipo, animado”, dijo Marie-Claire Lamah, médico guineana que trabaja en el centro de tratamiento contra el ébola en el Hospital de Donka, ubicado en Conakry.

Sin embargo, las actividades de MSF en Macenta continúan suspendidas por el incidente de este sábado. No obstante, los dos enfermos de Ébola que se encontraban en el centro de tratamiento contra el virus en esta localidad permanecen allí bajo el cuidado de un médico del Ministerio de Salud de Guinea, que ha recibido formación de personal de Médicos Sin Fronteras.

“Por supuesto que entendemos a la población local. Hemos visto reacciones similares en otros países en el pasado. En estas situaciones, la clave es garantizar que las poblaciones locales tengan una buena comprensión de la enfermedad y sus riesgos. En Macenta teníamos equipos de sensibilización del paciente, pero es muy difícil tratar de informar a la gente sobre el virus en su propio idioma y, al mismo tiempo, hacer todo lo necesario para detener el brote”, señaló Henry Gray, coordinador de emergencias de MSF.

Por otro lado, Médicos Sin Fronteras continúa en Guéckédou (sureste de Guinea) con una unidad de aislamiento, mientras que el centro de tratamiento en Conakry ha aumentado de 10 a 30 camas.

MSF también está trabajando con las comunidades locales para asegurar que los pacientes dados de alta a los que ha golpeado el virus puedan volver a casa con seguridad y que la población entienda que ya no son contagiosos. "Sabemos que el estigma puede ser difícil de tratar en los pacientes que se han recuperado", dijo Ella Watson-Stryker, promotora de salud de MSF.

(SERVIMEDIA)
07 Abr 2014
MGR/gja