A Enrique O.G. se le imputan tres delitos de detención ilegal, dos delitos de coacciones, un delito de tenencia ilícita de armas y tres faltas de lesiones por los que la Fiscalía pide una pena de 18 años.

La acusación particular que representa al extesorero del PP pide una condena de 19 años y seis meses de prisión, mientras que la defensa pide la libre absolución por alteración mental, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Según los hechos que relata el Ministerio Público fue el pasado 23 de octubre, cuando el acusado, español y sin antecedentes penales, llamó al telefonillo del domicilio de la familia Bárcenas y dijo a la empleada del hogar que era sacerdote y que venía de parte de Instituciones Penitenciarias para tratar un tema relativo a la libertad del Bárcenas.

El encausado entró al domicilio con esta treta y pidió que se reunieran todas las personas que se encontraban en la casa y que eran, además de la empleada, el hijo y la mujer del extesorero. Tras unos minutos de charla, sacó de un maletín un revolver y apuntando a las tres personas dijo: "¡Se acabó el teatro!".

Enrique O.G. les amenazó con matarles y les instó a buscar documentación en el despacho en el que creía que podía estar. Finalmente, el hijo de Bárcenas le redujo hasta que llegó la Policía. La Fiscalía indica que el arma funcionaba correctamente.

El encausado padece un trastorno de la personalidad de rasgos paranoides, narcisistas y antisociales, por lo que sus facultades cognoscitivas y volitivas en relación con los hechos se hallaban afectadas, al menos de forma moderada, según los análisis forenses que se le han realizado, y se encuentra en prisión provisional por esta causa desde el 25 de octubre de 2013.