Mas declaró por videoconferencia desde su despacho de la Generalitat y lo hizo en castellano, renunciando al derecho que le asiste de declarar en catalán. Su intención, según dijo, ha sido facilitar el trámite de declaración y evitar cualquier posible equívoco derivado de la traducción.

A lo largo del interrogatorio, Mas afirmó en varias ocasiones que incidentes “de esta magnitud” y violencia “era la primera vez que ocurrían” y puso mucho cuidado en diferenciar las “manifestaciones, “a las que estamos acostumbrados, y son incluso muy positivas”, de estas protestas acompañadas, explicó, de violencia.

En respuesta al Ministerio Fiscal explicó que en una sesión de Gobierno anterior a los hechos ya se había comentado el clima de descontento social que había generado el desalojo de la Plaza de Cataluña dos semanas antes, por lo que el Ejecutivo catalán ya preveía protestas.

Relató que fue en el trayecto hacia el Parlament cuando tuvo noticia de que un grupo de manifestantes esperaban al vehículo presidencial. Llegó un momento en que “fue imposible seguir avanzando, como teníamos previsto”, momento en que “tomamos la decisión de dar media vuelta para alejarnos, teniendo en cuenta que nuestra máxima preocupación era que nadie resultara dañado”.

El presidente catalán aseguró que cuando “hay muchas personas es imposible determinar cuántas de ellas tenían una actitud violenta” y explicó que escuchó “claramente” golpes en su choche y fue consciente de dos intentos de abrir la puerta del vehículo. Pese a ello, dijo ser incapaz de identificar a ninguno de los asaltantes.

De allí, el presidente de la Generalitat, la presidenta del Parlament y otros parlamentarios se trasladaron a la comisaría de la calle Bolivia de Barcelona donde Mas pidió a los servicios de seguridad que se buscara un medio para que tanto él como la presidenta de la Cámara pudieran cumplir con su obligación en la sede parlamentaria.

Fueron los responsables de seguridad los que propusieron el uso de un helicóptero que “fue un hecho excepcional que nunca se había utilizado” para acceder a la Cámara autonómica y cumplir con “mis obligaciones institucionales” de responder en la sesión de control y aprobar el Presupuesto de la Generalitat.

HELICÓPTERO

Tanto el representante legal de la Generalitat como el del Parlament renunciaron a su turno de preguntas. A continuación preguntó el abogado del sindicto Manos Limpias quien inquirió sobre si hubo fallos en el dispositivo policial, pregunta que fue considerada “impertinente” por el juez y no tuvo que responder.

A continuación preguntaron los abogados de la defensa, a los que aseguró que “a diferencia de otras ocasiones” en que había protestas en la calle “y siempre había podido acceder por medios habituales”, en esta ocasión fue imprescindible utilizar el helicóptero. “Fue la primeras vez que se tuvieron que poner a disposición medidas excepcionales, por un caso de violencia. No me había ocurrido ninguna vez”.

Sin embargo, otro de los abogados de la defensa preguntó a Mas sobre el uso de helicópteros para sus desplazamientos. En concreto, le recordó que en abril de 2012 usó ese mismo medio de transporte para acudir a un certamen en el que se premiaba la “mejor vaca de raza frisona”.

El presidente reconoció los hechos y dijo que en aquella ocasión recurrió al helicóptero porque de otra manera “no podía llegar a tiempo”.

La intención del abogado era demostrar que el uso de un helicóptero no era una medida tan excepcional como Mas estaba diciendo y, en ese sentido, explicó que la Presidencia de la Generalitat tiene asignadas una serie de horas de vuelo al año y, de hecho, el gasto anual en ese medio de transporte asciende a algo más de 11 millones de euros. Este argumento fue considerado “impertinente” por el presidente de la sala.

También desde la defensa se preguntó a Mas si es “habitual” cambiar los itinerarios del presidente, a lo que respondió que cuando se produce, se hace “sólo por seguridad”.

En otro momento del interrogatorio, el presidente insistió en que fueron los responsables de seguridad los que optaron por el helicóptero como medio de transporte “más lógico y rápido” para que él y la presidenta del Parlament llegaran a la Cámara y “dar la mayor sensación de normalidad posible”.

Reconoció, además, que el orden del día de la sesión se tuvo que alterar, algo que sucede con frecuencia en el Parlamento catalán por acuerdo de los grupos, pero “no porque los parlamentarios no puedan acceder”.