Mas compareció en su despacho con la imagen de la badera catalana detrás y una botella de agua con una copa sobre la mesa. Tenía también un bloc de notas con un lapiz sobre la mesa.

Aquel día, una multitud de casi 1.000 individuos se concentró a las puertas del Parlamento para protestar contra los recortes e impedir el paso de los políticos, que ese día iban a debatir y aprobar las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos autonómicos.

El juicio comenzó el lunes en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares.

Mas explicará lo que vivió ese día en primera persona cuando un grupo de personas cercó su coche oficial y le obligó a retroceder y a invadir las vías del tranvía mientras golpeaban el vehículo. El presidente de la Generalitat tuvo que ser trasladado al Parlamento en helicóptero.

En esa primera sesión, los procesados se acogieron a su derecho a no declarar y sólo al final de la sesión Antoni Dolz, una de las personas que se someten a juicio, dijo que "realmente se está juzgando el derecho ciudadano a concentrarse delante de nuestros representantes públicos".

Los acusados se enfrentan a una pena de cinco años y seis meses de prisión, exigida por la Fiscalía, que les achaca un delito contra las altas instituciones del Estado y otro de atentado a la autoridad por "increpar", "agredir" y "golpear" a una decena de diputados. El sindicato Manos Limpias, que ejerce como acusación particular, eleva la petición de cárcel a ocho años por "asociación ilícita".