En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Lara se anticipó a la posible reacción “a bombo y platillo” del Gobierno y dejó claras algunas “matizaciones” sobre los datos.

En primer lugar, subrayó que muchos ciudadanos están buscando empleo fuera de España y son “bajas automáticas” en el paro registrado, por lo que parte de los más de 16.000 desempleados menos pueden deberse a eso.

Además, denunció el aumento de la precariedad laboral, tanto por el descenso de los salarios como por el incremento de la contratación a tiempo parcial que se completa con trabajo “en negro” sin cotización y sin derechos.

Acusó al Gobierno de intentar que los ciudadanos “nos acostumbremos a los pobres con contrato” y a que trabajar ya no suponga necesariamente que se pueden cubrir las necesidades básicas.

Emplazó por ello al Gobierno a no sacar “pecho de hojalata”, de forma específica al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, que anunció 400 plazas de empleo público después de que en dos años “se han destruido 400.000 empleos públicos” en España. Será muy positivo para quienes obtengan cada una de esas plazas, precisó, igual que “una gota de agua en el desierto”, pero no es comparable a lo que se ha perdido.