Sáenz de Santamaría se manifestó en estos términos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros apenas una semana después de que se produjeran importantes incidentes en Madrid tras las Marchas por la Dignidad.

“La violencia no tiene ninguna justificación en ningún ámbito. Sería muy bueno que todos seamos muy claros en marcar la línea roja. La violencia no tiene cabida porque atenta contra la libertad y los derechos de quienes se manifiestan”, defendió para pedir “tolerancia cero frente a la violencia”.

La ‘número dos’ del Ejecutivo insistió en que “hay pocos matices” en este punto y en que “sería bueno” que todos los grupos se pongan “de acuerdo” en este sentido. Señaló que el Gobierno “respeta el derecho de manifestación”, pero denunció que “la violencia en esos ámbitos va contra las libertades de todos”.

“Una cosa es manifestarse pacíficamente y otra aprovechar las manifestaciones para atentar contra los derechos de los demás”, afirmó para lamentar que “trituren los negocios y tiendas”.