Según informó el Instituto Armado, la investigación se inició en julio de 2013 y en una primera fase se detuvo a 12 personas que fueron sorprendidas cuando intentaban transportar un alijo. Posteriormente se detuvo a otras ocho que también participaron en estos hechos y, finalmente, a otras seis acusadas de blanqueo de capitales.

Los detenidos disponían de un camión cisterna con un sofisticado doble fondo para transportar el hachís después de que fuera introducido a través de un acantilado de difícil acceso.

El grupo había ideado un sistema de poleas para izar los fardos desde la embarcación hasta la zona del acantilado en el que lo depositaban. Además, contaban con varias personas que controlaban los accesos para avisar de la posible presencia policial.

Para acceder a ese punto en concreto fue necesaria la participación de especialistas en montaña de la Guardia Civil, así como del Servicio Marítimo.

La investigación patrimonial, que aún no está finalizada, se ha saldado con la localización en España de 10 inmuebles, entre viviendas, locales comerciales y plazas de garaje, y uno más en el extranjero, así como ocho vehículos de alta gama, relojes de lujo, sofisticado material informático, una carabina, una máquina contadora de dinero y un detector de billetes de curso legal. También se ha bloqueado un patrimonio valorado en más de 3 millones de euros.

En la operación se han practicado cuatro registros domiciliarios en las localidades de Alhaurín El Grande, Nerja, Marbella y Torre del Mar, todas de la provincia de Málaga, donde se encontraban asentados la mayoría de los miembros de la red.

Entre los detenidos se encuentran dos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que se encargaban de dar cobertura y seguridad durante el alijo del hachís.

RESCATE DE UN DETENIDO

Durante la incautación del hachís, uno de los narcotraficantes cayó por el acantilado y un Guardia Civil se lanzó en su ayuda, sufriendo varias heridas. El porteador herido tenía evidentes síntomas de hipotermia.

Dada la gravedad del estado del detenido no se pudo esperar a los servicios de urgencia y se improvisó un rudimentario sistema de rescate valiéndose de una de las cuerdas que los implicados estaban empleando para el desembarco de los fardos de hachís. Una vez arriba se improvisó una camilla y una dotación del 061 lo trasladó al Hospital Comarcal de Vélez-Málaga.