En un primer momento fueron Amaiur, ERC y BNG, es decir, una mayoría de diputados del Grupo Mixto, los que se opusieron al primer borrador porque ensalzaba la Monarquía y la Transición de manera que, como las declaraciones institucionales tienen que salir adelante por la unanimidad de los grupos, la declaración quedaría vetada.

Tras diversas negociaciones, que comenzaron ayer, ERC dio el visto bueno a una última versión, al no contener las alusiones a la Monarquía ni ensalzar la Transición.

Sin embargo, en el último momento, desde Presidencia del Congreso se informó a ERC de que el texto no salía adelante, al haber “alguien” a quien el texto consensuado le parecía “demasiado poco”, según fuentes de esta formación catalana.

Por eso, el presidente del Congreso, Jesús Posada, optó por hacer una declaración de Presidencia en memoria de Suárez, previa al minuto de silencio guardado en el Hemiciclo.

En lugar de expresar el “reconocimiento y homenaje a su memoria y a su figura política”, como dijo Posada, el texto institucional manifestaba “el reconocimiento a quien hizo posible llegar al actual sistema social y democrático de Derecho”. “Adolfo Suárez entra ya en la historia de España”, concluía la redacción.

Fuentes del PP aseguraron que el grupo mayoritario había dejado en todo momento el respaldo a la declaración institucional "en manos de Posada".

Por su parte, fuentes del PSOE señalaron que ellos habrían aceptado prácticamente cualquier texto de reconocimiento al buen hacer de Suárez.

Con este texto también estaba de acuerdo el Grupo Parlamentario de la Izquierda Plural y UPyD. Este último señaló a Servimedia que ellos dieron el visto bueno a los tres textos que les ofrecieron como declaración institucional.

Por su parte, los grupos parlamentarios de CiU y del PNV también negaron que ellos se opusieran a ese supuesto texto final. Fuentes del PNV señalaron que ellos aceptaron la última versión al suprimir "muchas cosas" de los textos anteriores que no compartían.