La directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, explicó en una rueda de prensa en Madrid que esta organización, que celebra este año su 60º aniversario, ha elegido a la golondrina común porque es una especie “cercana” y “amable” que “empieza a escasear de manera alarmante”, lo que se traduce en un síntoma del deterioro de la naturaleza y de la calidad de vida.

“No permitamos tener unas primaveras tristes sin golondrinas”, apuntó Ruiz, antes de añadir que la población de esta especie ha descendido en más de un 30% en la última década, por lo que pidió “hacer un guiño al medio rural” para protegerla.

Debido a la escasez de ayudas públicas, Ruiz señaló que SEO/BirdLife lanzará este año una campaña de captación de fondos, que destinará a sus socios en África para que invierta en acciones de conservación en los puntos más importantes de la migración de la golondrina.

Por su parte, el coordinador del Área de Estudio y Seguimiento de Aves de SEO/BirdLife, Juan Carlos del Moral, explicó que “la mala situación de esta especie muy próxima a nosotros” se debe a la pérdida progresiva de sus medios de vida en el ámbito rural, de manera que cuentan con “menos graneros donde poner sus nidos” o menos alimentos por el uso de pesticidas para matar las plantas de las tierras de cultivo.

Del Moral señaló que la golondrina está presente en toda la península y en Baleares durante la primavera y el entorno del Parque Nacional de Doñana y algunos puntos de Extremadura cuenta con poblaciones en invierno.

Indicó que España contaba en 2004 con unos 30 millones de golondrinas, algo menos de la mitad de la población que habita en Europa, pero recalcó que “hay una pérdida de varios millones de golondrinas en la última década” y que este declive parte de Europa y no de otros puntos migratorios de África.

DESPOBLAMIENTO RURAL

SEO/BirdLife afirmó que la golondrina común está en regresión por un cúmulo de factores, como el despoblamiento rural, que ha hecho que sus lugares de cría preferidos sean abandonados o destruidos, y por el uso intensivo de insecticidas y otros químicos en el campo, que merma su potencial reproductor y elimina su principal fuente de alimentación, los insectos.

Añadió que aunque ya desde 1990 se intuía el declive, los programas de ciencia ciudadana impulsados por SEO/BirdLife han corroborado esa tendencia, de manera que, gracias a la colaboración de un millar de voluntarios cada año, la población de la golondrina común ha caído un 32,1% desde 1998 hasta 2013.

Recalcó que en 2004 había cerca de 30 millones de ejemplares de golondrina en España y desde entonces se han perdido unos 10 millones, es decir, cerca de 1 millón por año.