La FAPE elabora una 'guía' para periodistas sobre cobertura de catástrofes

MADRID
SERVIMEDIA

La Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha elaborado un decálogo con recomendaciones éticas y deontológicas para el tratamiento periodístico y mediático de las catástrofes.

La guía, elaborada a petición de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), señala que la cobertura de catástrofes requiere de un tratamiento informativo especial y de mayor responsabilidad por parte del periodista, dada la gran envergadura que adquieren este tipo de sucesos.

El manual incluye nueve pautas de actuación sugeridas para los periodistas a la hora de informar sobre catástrofes. La primera de ellas señala que "dada su contundente veracidad, la información no debe desfigurarse" y “como el primer y esencial compromiso del periodista es la verdad, la noticia de una tragedia colectiva, en general plena de emoción, sorpresa, estupefacción, y consternación, ha de ser veraz”.

Otra recomendación es "respetar en todo caso la separación entre información y opinión". "Han de estar claramente diferenciadas. La independencia y separación entre lo informativo y lo valorativo debe ser muy explícita en el ámbito audiovisual".

El lenguaje es otro aspecto reseñado en la 'guía': "El cuidado del lenguaje utilizado puede aportar serenidad en las situaciones convulsas que nacen de las catástrofes. La Comisión señala que “el periodista debe cuidar que la información primaria transmita lo que realmente ha sucedido, hasta donde se conozca”. En cuanto al lenguaje en imágenes, se advierte de que “cuando sean la cara de la noticia, deben respaldarse, cuando proceda, de un lenguaje tan libre como apropiado y cuidado”.

En cuanto a las principale damnificados en la catástrofe, la FAPE dice que "ha de cuidarse muy especialmente cuanto concierne a la información u opinión sobre las víctimas, familiares y allegados. El respeto a su dignidad así lo exige".

NIÑOS Y JÓVENES

La comisión exige "cautela en la identificación" de los afectados, y advierte de que las cifras de las víctimas requieren un cuidadoso contraste de fuentes. Preferiblemente, el informe recomienda intentar que la noticia de su afección les llegue a las víctimas, familiares y allegados “por conductos oficiales, y no por las informaciones difundidas”.

El informe aconseja que se preste especial atención al recurso a imágenes de las víctimas y que se evite su posterior utilización de modo reiterativo. De manera muy especial este criterio resulta de aplicación en aquellos casos en los que las propias víctimas así lo solicitan.

La protección de la juventud y de la infancia es principio general de aplicación rigurosa en las situaciones catastróficas. También de todos cuantos se encuentren en situación de especial vulnerabilidad.

Asimismo, la discriminación en razón de color, raza, sexo, religión o ideología, siempre repudiable, lo es más cuando afecta a quienes sufren una catástrofe.

Los últimos consejos son que se mantenga "la presunción de inocencia como principio general" y que no se utilicen las catástrofes "como medio para aumentar el número de lectores o las audiencias, sin perjuicio de atender a la mayor demanda de noticias".

(SERVIMEDIA)
25 Mar 2014
JRN/gja