Rodríguez Zapatero compareció en rueda de prensa tras la última reunión del Consejo de Ministros de este año para hacer balance de su gestión y trazar las prioridades para 2010. La conclusión sobre ETA es que "sufre un permanente acoso" por la acción de las fuerzas de seguridad y el "acierto" del Ministerio del Interior, como muestran las 124 detenciones de miembros de la banda en 2009 y las de otras 20 personas relacionadas con la violencia callejera.

Su análisis es que ETA está inmersa en un "proceso de debilitamiento", a pesar de lo cual "en cualquier momento" puede intentar una acción criminal como la que costó la vida este año a Eduardo Puelles, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvador, a quienes recordó expresamente igual que a las demás víctimas del terrorismo.

En ese contexto, aseguró que el anuncio del ministro "forma parte de la política antiterrorista" previamente evaluada por el ministro del Interior y por quienes tienen la responsabilidad directa de la lucha contra ETA sobre el terreno. "Responde a una estrategia" que el presidente no quiso detallar por razones de cautela, "porque tenemos enfrente a quien tenemos".

El presidente defendió la gestión de Pérez Rubalcaba y también la "tenaidad y determinación" de todo el Gobierno en la lucha contra ETA, una "evidencia irrefutable" con la que respondió a las preguntas sobre el supuesto chivatazo a la banda durante el último proceso de diálogo. "Hay cosas que se pueden discutir y otras que son indiscutibles", sentenció.

Al recordar ese proceso de diálogo, el presidente aseguró que también contribuyó al "debilitamiento" del bloque que tradicionalmente respaldaba la violencia. Para debilitarlo aún más, repitió que los terroristas deben "perder toda esperanza, porque sólo tienen un fin, una salida, que es entregar las armas, acabar con la violencia", algo que algunos ya "han venido comprendiendo" en los últimos tiempos.