Tras la muerte de Suárez, Rubalcaba leyó en la sede socialista de Ferraz un comunicado, acompañado por la vicesecretaria general, Elena Valenciano, y por el secretario de Organización, Óscar López.

Expresó en nombre de todos los socialistas, dirigentes, militantes y simpatizantes, el pesar y la tristeza por la muerte de Suárez, y transmitió a sus familiares y amigos "nuestro afecto y nuestro apoyo".

Se mostró convencido de que esos sentimientos son compartidos por la inmensa mayoría de los ciudadanos, que mantienen viva la memoria individual y colectiva del "firme compromiso" de Suárez con la libertad, con la democracia y con el orden constitucional.

Tuvo "las convicciones y el coraje necesarios para resolver las dificultades inherentes a la apertura de una época histórica nueva", aseguró, y además "supo unir a quienes, desde posiciones políticas distintas" compartían con él el compromiso con la libertad y la voluntad de construir una España "en la que cupiéramos todos".

Los Pactos de La Moncloa y la propia Constitución, aseguró Rubalcaba, fueron muestra de su empeño personal, de su capacidad de compromiso y de su inteligencia para llegar a acuerdos.

Destacó que su tarea fue "difícil", como lo fue también su salida de la política, y cómo la enfermedad le ha impedido sentir cómo crecía entre los españoles el reconocimiento a su labor, a su compromiso con la Constitución y a su voluntad de diálogo y de concordia.

Rubalcaba expresó la "admiración" de los socialistas a su persona, el "profundo respeto" por su obra y la convicción de que hoy se consolida el lugar que el presidente Suárez "ocupará para siempre en la historia de España". "Descanse en paz", concluyó.