Beristain fue ingresado en un hospital donostiarra el pasado 23 de diciembre y, según las fuentes consultadas, falleció por una complicación en los riñones.

La capilla ardiente se instalará en San Sebastián en la sede de los jesuitas de la calle Andía. El funeral tendrá lugar, también en este edificio, este miércoles a las 19.30 horas.

Uno de los primeros en hacerse eco del fallecimiento de este religioso fue el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, quien envió un comunicado en el que expresó "su pesar y condolencia" por el fallecimiento de Beristain. Cabieces destacó del fallecido la "gran valía tanto personal como profesional y su permanente labor y esfuerzo en favor de los Derechos Humanos".

Por otra parte, Beristain aseguró el pasado 16 de diciembre que "algo huele a podrido en la Iglesia vasca", en referencia a las críticas de la mayoría de los párrocos guipuzcoanos al nuevo obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla.