En declaraciones a Servimedia, Olabarria dijo que el pacto al que aludió el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, en su comparecencia de ayer en la Cámara Baja “no es tal”, sino que se limitaría a un acuerdo entre dos partidos “sobre cuya viabilidad se pueden tener dudas razonables”.

El portavoz de los nacionalistas vascos entiende que ese posible pacto tiene poco futuro, “dado que esos partidos se mueven en un contexto de confrontación electoral manifiesta” por la cercanía de unas elecciones.

En cualquier caso, el PNV cree que la legislación española “debería incorporar criterios más humanitarios, atender los requerimientos del Convenio Europeo de Derechos Humanos y, en concreto, su protocolo cuarto”.

Apuesta, además, por “suavizar” los requerimientos para regularizar la situación de los extranjeros tras “comprobar con preocupación que el arraigo y el reagrupamiento familiar han desaparecido de facto del ordenamiento jurídico y el trabajo se ha convertido en la única fuente de regularización”.

Además, el PNV reclama que se cumplan los requerimientos de los tratados internacionales en cuanto a los elementos de disuasión de entrada de extranjeros y exigen la supresión “inmediata de los obstáculos fronterizos” que contengan “cualquier instrumento cortante o hiriente como las concertinas”.

También, insisten en la necesidad de que la política de inmigración se encamine hacia “la europeización”, de manera que “no asuman el coste sólo los países con frontera”.

Sobre las devoluciones en caliente, el PNV insiste en que “están prohibidas” en cuanto un inmigrante irregular pisa territorio del Estado español y establece que se le debe incorporar a un centro provisional, prestarle asistencia jurídica gratuita y escucharle por si tiene alguna razón que justifique su regularización”.

“Digan lo que digan”, afirmó Olabarría, “hemos visto que se han producido devoluciones en caliente; la televisión no engaña y se han producido flagrantes devoluciones en caliente que nuestro Grupo Parlamentario ha denunciado”.