Dijo que el contrato de colaboración técnica ha sido adjudicado al Consorcio Centro de Laboratorios y Servicios Industriales de Madrid, que pone a disposición el personal verificador, el material para realizar las lecturas de contadores, precintados, comparaciones de programas, y todo ello bajo la supervisión del personal de la Dirección General de Tributos y Ordenación Gestión del Juego de la Consejería de Economía y Hacienda.

Victoria explicó que en el último año se han realizado más de 6.200 inspecciones de las que se derivaron cuatro expedientes sancionadores.

Cuando se pasa una inspección y se detecta alguna anomalía, se da un tiempo para que se subsane y se precinta la máquina.

Trascurrido el periodo sin subsanación, se instruye el expediente sancionador.

El tener precintada la máquina implica que no genera ingresos, por lo que es excepcional que no se corrijan los fallos detectados en la inspección

Las inspecciones que se realizan pueden ser con valor metrológico, que son las que se realizan por los verificadores sobre los contadores incorporados a las máquinas recreativas y de azar, y en las que se compara la memoria, se realizan jugadas para verificar el movimiento de los contadores y se verifican los porcentajes.

También se realizan inspecciones sin valor metrológico, en las que el examen del programa de juego y de contadores no es tan exhaustivo y sólo se hace lectura de contadores.

Las máquinas tipo B son las que, a cambio del precio de la partida, conceden al usuario un tiempo de uso o de juego y, eventualmente un premio en metálico y suelen instalarse en bares o cafeterías o en establecimientos de juegos colectivos de dinero y azar.

Las máquinas tipo C son las que, a cambio de una apuesta, conceden un tiempo de uso o de juego y eventualmente un precio en metálico y sólo se encuentran en los casinos.

En la Comunidad de Madrid hay 25.458 máquinas recreativas y de juego de tipo B y 292 máquinas recreativas y de juego de tipo C.