Detenidos empleados del aeropuerto de Barajas que integraban una banda de "narcos"

MADRID
SERVIMEDIA

Varios empleados de mantenimiento del aeropuerto de Barajas han sido detenidos como presuntos miembros de una red internacional de tráfico de drogas y receptación de productos robados.

Según informó la Guardia Civil, los trabajadores del aeropuerto madrileño forman parte del grupo de 13 detenidos en esta operación, que tienen diversas nacionalidades.

La organización desarticulada financiaba la compra de droga con la receptación y venta de mercancía que robaban a camioneros haciéndose pasar por policías. Se han recuperado gran cantidad de efectos robados por valor de más 100.000 euros y se han incautado más de 30 kilogramos de cocaína de gran pureza.

Los empleados de Barajas detenidos aprovechaban su trabajo para sacar la droga del recinto aeroportuario. El tráfico de cocaína era la principal actividad de la banda desarticulada.

DROGA DE AMÉRICA

La investigación se inició el pasado mes de septiembre de 2009, fruto del análisis de informaciones obtenidas en operaciones anteriores, que apuntaban la existencia de una organización que introducía cocaína en España procedente de la República Dominicana.

Tras las primeras averiguaciones, los investigadores comprobaron que la organización estaba liderada en España por J.M.D.A, empresario español con negocios de restauración en Madrid y varias gasolineras en la comunidad de Castilla y León.

La droga era introducida por el aeropuerto de Madrid-Barajas procedente de República Dominicana en vuelos turísticos desde Punta Cana, utilizando correos humanos o mulas. Este método era utilizado en tres o cuatro ocasiones por semana, pudiendo introducir más de 20 kilogramos de cocaína al mes por este sistema.

Otra forma de introducir la droga era mediante la colaboración de varios trabajadores de una empresa de mantenimiento del aeropuerto, que se encargaban de trasladar la droga hasta el exterior, desde el mismo lugar de desembarque de los pasajeros, por zonas habilitadas tan solo para empleados.

Una vez que aterrizaba el avión, los correos escondían la droga en los lugares previamente acordados, como papeleras, falsos techos, etc., situados antes de los controles policiales. Posteriormente la recogían los trabajadores, que la ocultaban entre sus herramientas de trabajo o pertenencias personales para sacarla del recinto aeroportuario.

(SERVIMEDIA)
29 Dic 2009
NBC/gfm