En un comunicado conjunto, las patronales pidieron disculpas a los clientes "por los inconvenientes que el comportamiento de los controladores les ha causado" tras los retrasos de los últimos días por una supuesta huelga encubierta del colectivo.

Las "condiciones laborales privilegiadas" de los controladores resultan "insostenible para las aerolíneas y para el sector turístico español, cuya competitividad se ve mermada frente a otros destinos", indicaron las organizaciones.