En la presentación de su campaña mundial 'Mi cuerpo, mis derechos' hoy en Madrid, AI volvió a pedir la retirada de dicha norma, por considerar “que pone en riesgo la salud y la vida de las mujeres y las niñas”. A su juicio, se trata de “una medida regresiva desde el punto de vista del derecho internacional”.

Es, además, “discriminatoria, pues afecta de manera desproporcionada a mujeres jóvenes y en situación de pobreza, así como a las que se encuentran en situación administrativa irregular”, agregó AI.

'Mi cuerpo, mis derechos' insta a los distintos gobiernos a adoptar políticas positivas que faciliten el acceso a los servicios de salud y a métodos anticonceptivos y a abandonar las políticas represivas. Busca defender los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas que en distintos países del mundo ven su salud y su vida amenazadas por este motivo.

Según el secretario general de AI, Salil Shetty, resulta “increíble que en el siglo XXI haya Estados que consienten el matrimonio prematuro y la violación conyugal, o que criminalizan el aborto, las relaciones sexuales fuera del matrimonio y las relaciones homosexuales, llegando incluso a castigarlos con la muerte”.

La campaña tendrá dos años de duración, a lo largo de los cuales AI publicará informes sobre distintos países que violan dichos derechos. Entre estos, figuran los del Magreb, donde se obliga a niñas violadas a casarse con su agresor; El Salvador y otros países del Caribe, donde se impide a las mujeres y las niñas abortar a pesar de que existan riesgos para su salud o su vida; muchos Estados de áfrica y Asia, donde son comunes los matrimonios forzosos y los embarazos a edades muy tempranas, e incluso países europeos como Irlanda, que castiga con hasta 14 años de cárcel a las mujeres que abortan si no hay riesgo para su salud.