Según informó el Instituto Armado, en la operación han sido detenidas e imputadas 35 personas de diferentes nacionalidades y se han incautado cerca de 4.000 kilogramos de hachís. También se han inmovilizados bienes valorados en más de 6.200.000 euros.

Los arrestados, que estaban asentados en Málaga, Granada y Campo de Gibraltar, conformaban una de las más importantes organizaciones delictivas dedicadas al tráfico de hachís de Andalucía. Los implicados adaptaban motocicletas de gran cilindrada con estabilizadores y portamaletas, donde transportaban cerca de 100 kilogramos en cada viaje.

Las investigaciones se iniciaron en el mes de mayo de 2013, cuando la Guardia Civil recibió información sobre la actividad de un grupo organizado presuntamente dedicado al tráfico de hachís entre Marruecos y resto de Europa.

Durante la investigación se averiguó que la red se estructuraba en varios grupos. Cada uno de ellos realizaba labores distintas (almacenaje, traslado, finanzas, etc.), con el fin de continuar su actividad en el caso de que alguno de los grupos fuera descubierto.

“GUARDERÍAS” PARA LA DROGA

Los detenidos adquirían directamente el estupefaciente a los productores en Marruecos, para después introducir la droga en las costas españolas mediante alijos. Para ello hacían uso de un gran despliegue de recursos humanos para abarcar varios kilómetros de radio de seguridad para detectar la posible presencia policial.

Una vez que la droga llegaba a España era escondida en lugares seguros, denominados guarderías, donde otro grupo se encargaba de su custodia hasta su traslado al resto de Europa. En caso de que algún miembro de la organización fuera detenido, ésta se hacía cargo de la protección económica de sus familiares.

Con el fin de facilitar una posible fuga en caso de ser interceptados, la organización utilizaba para el transporte del estupefaciente motocicletas de gran cilindrada pilotadas por personas con gran experiencia.

Las motocicletas iban provistas de portamaletas, que podían guardar en su interior cerca de 100 kilogramos de droga. Para esto era necesario usar niveladores que equilibraran la mercancía transportada.