El grupo parlamentario de la Izquierda Plural, del que forma parte IU, que lidera Cayo Lara, pedía que se tuviera en cuenta la solicitud que le realizó el Parlamento catalán para que se delegase a esta comunidad autónoma la potestad para convocar una consulta.

Al mismo tiempo, estos diputados de izquierdas querían que el Congreso instase al Gobierno “a dialogar” con la Generalitat de Cataluña y a “negociar” con sus fuerzas parlamentarias “la aplicación de dicha delegación de competencias”.

Según la coalición de izquierdas, debía crearse “un marco de coordinación y colaboración entre Estado y Generalitat para la normal celebración del referéndum que permita conocer la voluntad de la ciudadanía de Cataluña sobre su futuro político y los efectos de su resultado”.

En este sentido, La Izquierda Plural argumentaba que “el modelo a seguir es el de los países con larga tradición democrática, como Canadá y Gran Bretaña, que acordaron con Quebec y Escocia la celebración de un referéndum como la fórmula más adecuada para conocer la voluntad de la ciudadanía y resolver el conflicto político planteado”.

“Sería muy útil”, apuntaba este grupo parlamentario, “conocer la opinión democrática de la ciudadanía de Cataluña en relación con las diferentes formas de relación que quiere mantener con el Estado Español y que existen hoy en la sociedad catalana”.

Se trataba, argumentaban estos diputados, de “abrir la puerta a que la ciudadanía opine y decida nunca puede ser negativo desde una perspectiva democrática. Eso es lo único que en estos momentos se está planteando, no el resultado final, sino el proceso democrático y el derecho a decidir”.