Las dos iniciativas, que se debatieron y aprobaron en el Debate sobre el Estado de la Nación, aseguran que la construcción de una Unión Social serviría sobre todo para "avanzar hacia el objetivo último de la Unión Política".

En particular, piden que en el ámbito de la Unión Bancaria se refuerce "la independencia del Consejo Único de Resolución" y se adelante la fecha prevista de entrada en vigor del Fondo Único de Resolución, con un aumento de la dotación.

El Pleno del Congreso espera que así "se pueda crear un mercado más homogéneo, más transparente, más solvente y que, como resultado, disminuya la fragmentación del mercado financiero europeo”.

Las resoluciones reclaman “una mayor integración económica mediante la profundización en el Mercado Único y la articulación de un esquema de política económica integrada”.

Abogan por “una mayor integración fiscal mediante el establecimiento de una política fiscal con una orientación común, tanto para los ingresos como para los gastos y un presupuesto europeo que aumente paulatinamente su peso sobre el PIB europeo respecto al acual y que disponga de desequilibrios que permitan reducir los desequilibrios internos de la Unión".

Además, piden trabajar por una política común de seguridad y defensa “funcional y efectiva” que, entre otras cosas, permita tomar decisiones en la Estrategia de Seguridad Marítima y "crear un Cuartel General Europeo de Operaciones permanente y modulable con capacidad de planificar a largo plazo".

Consideran que se necesita “preparar una posible reorganización de las estructuras de gestión de crisis existentes, con el fin de fortalecer el grado de integración entre los componentes militares y civiles” y elaborar “un marco estratégico más eficaz destinado a facilitar el despliegue de los mecanismos y capacidades de respuesta rápida”.