Según explicó este lunes el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operación se ha realizado a través de un proceso competitivo de desinversión de activos no estratégicos, en el que han participado los principales fondos de inversión y entidades especializadas en la compraventa de carteras de crédito.

Desde BFA-Bankia subrayaron que el proceso ha generado “una demanda de gran calidad interesada en la compraventa de las carteras”.

La operación se ha estructurado mediante la venta de una subcartera de créditos en situación concursal y la venta de dos subcarteras de créditos concedidos a pymes y particulares.

Las subcarteras vendidas incluyen operaciones de crédito en situación de dudoso cobro, con y sin garantía real, relativas a pólizas, préstamos, líneas de descuento comercial y tarjetas de crédito.

El grupo señaló que se trata de carteras de crédito con un elevado nivel de provisión en los estados financieros BFA-Bankia, y afirma que esta operación se enmarca dentro de su plan de restructuración que comprende la desinversión en activos no productivos.