En el Pirineo catalán, Baqueira-Beret (Lleida) ofrece 89 kilómetros de pistas con un espesor máximo de 70 centímetros, Masella (Girona) 41 kilómetros con 55 centímetros, Boí Taüll (Lleida) 33 kilómetros con algo más de un metro, La Molina (Girona) 22 kilómetros con 50 centímetros y Spot (Lleida) 19 kilómetros con 35 centímetros.

También hay varias estaciones con una buena oferta de pistas esquiables en Huesca. Allí, Formigal cuenta con 69 kilómetros y un espesor de un metro, Astún con 20 kilómetros y también un metro, Panticosa con 17 y Cerler con 13.

En la cordillera cantábrica Alto Campoo (Cantabria) ofrece 20 kilómetros de pistas, Manzaneda (Ourense) 13 y Valgrande-Pajares (Asturias) 10. Por su parte, Sierra Nevada (Granada) cuenta con 17 kilómetros con un metro de espesor.

También están abiertas, aunque con menos de 10 kilómetros Port Ainé (Lleida), Valdezcaray (La Rioja), Valdelinares (Teruel), San Isidro (León), Sierra de Béjar (Salamanca), Fuentes de Invierno (Asturias), Leitariegos (León), Nuria (Girona), Candanchú (Huesca), Tavascán (Lleida), La Pinilla (Segovia), Javalambre (Teruel) y Navacerrada (Madrid).

Finalmente, entre las estaciones de esquí de fondo, Lles (Lleida) ofrece 36 kilómetros, Candanchú-Le Somport (Huesca) 35, Llanos del Hospital (Huesca) 11 y Larra-Belagua (Navarra) 5.