Convergència recuerda que los últimos datos de la encuesta estatal sobre "Uso de drogas en estudiantes de Enseñanza Secundaria" revelan que las borracheras de fin de semana se han duplicado en los últimos 10 años entre los jóvenes de entre 14 y 18 años. Además, existe una tendencia preocupante a empezar a consumir alcohol a una edad cada vez más temprana.

CiU indica en su iniciativa que además de los perjuicios para la salud y las alteraciones de la conducta, el consumo de alcohol "se traduce en prácticas sexuales de riesgo y comportamientos agresivos que tienen una correlación directa con la alteración del orden público y los accidentes de tráfico".

Por ello, y dado que la Comisión Europea recomienda a los estados miembros que dediquen especial atención a los colectivos más vulnerables, CiU pide al Gobierno que tome medidas para intentar reducir el consumo en menores.