La plataforma que se presentó hace poco más de un mes con la idea de dar cauce político al malestar social asegura que no viene “a dar lecciones a nadie, ni a dividir el voto” de la izquierda. De hecho, Iglesias recuerda su militancia en las Juventudes Comunistas y afirma que “mucha de la gente que más quiero y con la que mejor me entiendo son miembros de IU”.

Sin embargo, sostiene que ahora “toca superar los límites de la izquierda para construir herramientas políticas al servicio de las mayorías sociales en defensa de la democracia”. “Necesitamos crear una unidad mucho más amplia que la unidad de las siglas de la izquierda, necesitamos la unidad popular”, sentencia.

`Podemos´ “no trata de crear unas siglas más, sino que tiene una ambición mucho más grande, la de ayudar a que la mayoría empobrecida se junte para dejar de empobrecerse y de esta forma, darle sentido a la palabra democracia”.

Para ello, quieren ser “audaces” y atreverse a “cambiar el ritmo de un partido que aseguraba el éxito de los de siempre”. La clave es, a su juicio, “generar un movimiento de ilusión que alterará el guión que todos, lo reconozcan o no”. El objetivo es “ilusionar a miles de personas que quieren dar esta batalla, porque ya no está claro que vaya a ocurrir lo que siempre ha ocurrido”.

ESCRACHE Y DEMOCRACIA

Sobre la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justica de Madrid (TSJM) en relación a los escraches, Iglesias dijo que entre la postura del PP, que considera unos “nazis” a los participantes en los escraches y los que piensan que son una “acción democrática”, hay una “tercera postura” que “considera que la sociedad tiene derecho a defenderse y a desobedecer civilmente ante situaciones de injusticia”.

Ese derecho, según los “teóricos de la justicia democrática y garantista, antecede a cualquier resolución judicial”. En suma, Iglesias insiste en que “sin escraches no habría sentencia del TSJM. Sin el vecindario de Gamonal en defensa de su barrio, no se hubiera parado la especulación urbanística. Sin la marea blanca, no se hubieran dejado de privatizar hospitales”.

Iglesias asegura que el PP tiene que acabar viendo que “la democracia es la base de la ley y no al revés. Es el modelo político y económico el que debe adecuarse a las necesidades del bienestar de la mayoría y no la gente la que tiene que adaptarse al beneficio de una minoría”.

NO A LA EXPUSIÓN DE CATALUÑA DE LA UE

El candidato de la plataforma 'Podemos' asegura en relación a una eventual independencia de Cataluña que “personalmente, me opondría” a que la Unión Europea la expulsara, aunque reconoce que “la legalidad de la UE es la que es” y probablemente Escocia y Cataluña “deberían, si así lo desean, pedir de nuevo el ingreso”.

Para Iglesias el problema principal de la UE no es ese, “sino una arquitectura institucional construida a espaldas de la gente que está al servicio de los bancos y los ricos. Quizás los mandatarios que han construido esta Europa vacía, sin pueblo europeo y al servicio de las finanzas, son quienes deberían ser expulsados llegado el momento”.

El crecimiento del fascismo y el nazismo en la Europa de los años 30, explica, fue la “herramienta política de la que hicieron uso los ricos para combatir” el movimiento obrero. En su opinión, hoy no se dan las mismas condiciones para su auge, aunque los “sentimientos, miedos y pasiones, de las que bebió el fascismo” están ahí.

Hoy en día, el discurrir político “dependerá del grado de amenaza que sientan los poderosos sobre sus propiedades y privilegios” y las armas de las que disponen los ciudadanos para combatirlos estarán en función de “nuestra audacia política”.

“El poder de la ciudadanía organizada es la mejor vacuna contra cualquier forma de fascismo y autoritarismo. Medicina democrática”, sentencia Pablo Iglesias.

En el momento actual, “el problema no es la desafección de la gente con las instituciones, sino las propias instituciones que producen ese rechazo”. “La democracia no puede ser elegir entre Coca-cola y Pepsi, sino que el poder de decisión lo tenga la gente”.

CONTRA LA CORRUPCION, INSPECCIÓN

En materia de corrupción, Iglesias reconoce que el Parlamento Europeo al que se presenta, “tiene poco margen” porque las decisiones “las toma la Troika”.

Pese a ello, cree que se pueden “hacer cosas” y pide, por ejemplo, “acabar con el sistema de lobbies, que bajo la justificación de la libertad de presionar por sus legítimos intereses, actúan en favor de intereses contrarios a los de los ciudadanos europeos”.

En cualquier caso, señala, “lo mejor para luchar contra la corrupción es luchar contra la causa que la hace posible; el poder de los ricos. La corrupción se combate con inspectores de hacienda, con reformas fiscales y apostando por un modelo económico basado en la justicia social”.