El dinero recaudado por Ballesol proviene, según ha explicado el grupo, del trabajo desarrollado, de manera desinteresada y voluntaria, por los residentes en los diferentes talleres de laborterapia y manualidades que Ballesol tiene en sus 12 centros en la Comunidad de Madrid.

Durante más de dos meses los residentes han elaborado y diseñado objetos y figuras reutilizando cápsulas de café y moldeando materiales como el papel y cartón que han convertido en pulseras, collares, monederos o muñecas.

Como destaca Luis López, coordinador de Animación Socio Cultural de Grupo Ballesol, "la participación y sensibilidad de los residentes les ha hecho también partícipes de la puesta en marcha de diferentes mercadillos solidarios en los que se ha vendido lo elaborado y diseñado previamente por ellos".

En concreto, con esta iniciativa, se pretende apoyar las terapias lúdicas con las que se atiende a un total de 1.221 niños y adolescentes enfermos de cáncer cada año en los hospitales Niño Jesús y Gregorio Marañón de Madrid.