Posada se pronunciaba así sobre una de las propuestas que esta tarde tendrán que discutir sus señorías en la Comisión de Reglamento y que prevé el establecimiento de sistemas de control de asistencia para los diputados.

A juicio del presidente de la Cámara Baja, “un diputado nunca es un funcionario y su trabajo no es sólo estar aquí en el Congreso continuamente. Los ciudadanos los eligen para que los defiendan políticamente en el Congreso o en otras situaciones y para que tengan reuniones. Es erróneo tratar a los diputados como si fueran funcionarios”.

Sobre la posibilidad de que culmine el nuevo intento de reforma del Reglamento, Posada advirtió de que tiene que haber voluntad de todos y, precisamente por esa razón, “no lo veo fácil”.

Puntualizó que la actual norma por la que se rige el funcionamiento del Congreso es “un buen Reglamento” que ha permitido su funcionamiento durante tres décadas, lo que no tiene que ser obstáculo para que se aborde su mejora.

Lo que sí consideró “factible” el presidente del Congreso es que los partidos se pongan de acuerdo en acortar las vacaciones parlamentarias de enero y julio.