Aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene previsto comparecer públicamente ante los medios de comunicación el próximo miércoles, tras la que será última reunión del Consejo de Ministros en 2009, la vicepresidenta expuso hoy un escueto balance en el que juzgó "razonable" la gestión.

No quiso valorar las encuestas publicadas en los últimos días, más allá de asegurar que el Gobierno "comparte" la preocupación de los ciudadanos y es "plenamente consciente" de las dificultades que atraviesan, pero mantiene la confianza en las posibilidades para remontar y dedica todo su esfuerzo a superar la crisis.

Los datos, subrayó, indican que "se está frenando la destrucción de empleo" y por ello confía en que las medidas ya emprendidas y las que están en marcha contribuirán a mejorar los indicadores y que en 2010 la economía española vuelva a crecer.

El desapego de los ciudadanos respecto a la política que reflejan las encuestas es atribuido por el Gobierno a comportamientos "derivados" de esa actividad, especialmente a la corrupción porque genera "inquietud" en la sociedad. Por ello, hizo hincapié en que se trata de una "lacra deleznable" que debe ser afrontada con "tolerancia cero" y con una defensa de las instituciones democráticas para evitar que su funcionamiento y legitimidad puedan ser cuestionados.