Según informa la Jefatura Superior de Policía de madrid, los arrestados formaban parte de un grupo organizado que, después de secuestrar a sus víctimas, les robaron más de un millón de euros a punta de pistola.

La investigación se inició a finales del pasado mes de octubre, cuando tres ciudadanos chinos acudieron a la policía para ampliar una denuncia interpuesta justo un mes antes. Las víctimas relataron que a finales de septiembre, mientras viajaban en su furgoneta por la A-2, les asaltó otro vehículo del que se bajaron seis personas esgrimiendo armas de fuego.

Tras amordazarles y golpearles, les condujeron hasta una céntrica calle de Madrid, donde les abandonaron tras despojarles del botín que llevaban: un millón de euros en efectivo.

Desde un primer momento, los perjudicados sospecharon de la persona que habían contratado como conductor del transporte, el cual, una vez interrogado por los agentes, reconoció su participación en los hechos. Según su declaración, un grupo de delincuentes chinos le habían propuesto participar en el robo de la furgoneta y del dinero que contenía.

Tras diversas actuaciones llevadas a cabo por los policías, que tropezaron con la dificultad añadida de que los perjudicados, en una actitud frecuente dentro de la comunidad china, trataron de solucionar el asunto al margen de los cauces legales, lograron identificar a todos los miembros de la banda, así como las direcciones de sus domicilios y diferentes lugares donde podrían ocultar el dinero sustraído.

De este modo, los agentes detuvieron a otros seis ciudadanos chinos, supuestamente integrantes del grupo organizado. En el registro domiciliario se intervino, entre otros efectos, una caja fuerte que continúa cerrada a la espera de ser abierta en sede judicial y que podría contener parte del dinero sustraído.

Solamente el cabecilla de la banda tiene antecedentes policiales, por delitos de extorsión y por infracción de la Ley de Extranjería. Todos los detenidos han pasado ya a disposición judicial.