Así lo indicaron día atrás el director del certamen, Carlos Urroz, y el presidente de Ifema, Luis Eduardo Cortés, durante la presentación de la trigésimo tercera edición de la principal feria de arte contemporáneo de España, que se celebrará hasta el domingo 23.

Ni Cortés ni Urroz quisieron dar estimaciones de ventas, pero ambos coincidieron en aventurar que las cifras serán mejores que el año pasado tras la bajada del ‘IVA del arte’. “Es una noticia fantástica para el conjunto de los amantes del arte contemporáneo”, dijo Cortés. “Una feria tiene razón de ser si en ella hay negocio, y si la situación fiscal mejora, pues fantástico”.

Para Urroz, el recorte del IVA aprobado no es suficiente para el sector, porque han quedado fuera del beneficio parcelas de negocio que reclaman los galeristas, como la reventa, pero aun así, se trata de una “medida positiva”.

“Las ventas se están reactivando en los últimos tres meses, hubo más compras en Navidad y este año confiamos en que la feria sea mejor”, afirmó el director de ARCOmadrid, que destacó como otra nota para el optimismo que en esta edición regresan varias firmas internacionales que se cayeron en años anteriores, entre ellas Vera Munro, Nicolai Wallner y Peter Kilchmann.

En esta 33 edición de ARCO, Finlandia será el país invitado. En total habrá 219 galerías procedentes de 23 países. De ellas, 60 son galerías ‘solo/duo’, como se conoce en el argot a la tendencia actual de reducir la presencia de las galerías en este tipo de encuentros a uno o dos artistas como máximo.

Arco espera este año recibir en los pabellones 7 y 9 de Ifema a más de 100.000 profesionales y generar unos ingresos para Madrid de 80 millones de euros. La feria tiene un presupuesto de 4,5 millones, de los que cerca de un millón van destinados a costear las estancias y desplazamientos de los cerca de 500 expertos y periodistas invitados a la capital hasta el 23 de febrero.