Ésta es una de las principales conclusiones extraídas del estudio ‘La sombra de la crisis. La sociedad española en el horizonte de 2018’, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud y promovido por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) gracias al apoyo de Banco Santander y Telefónica, que se presentó este jueves en Madrid.

La investigación, que utilizó una metodología Delphi, desvela que la sombra de la crisis se extenderá en España por lo menos durante otros cino años más. Así lo aseguraron este jueves los pronósticos de los expertos que mantienen que el escenario económico, social y político de España estará condicionado por la inestabilidad estructural, por una marcada precariedad laboral y por una disminución de las rentas familares que supondrán un riesgo de exclusión social para muchas familias.

Además, el trabajo prevee que la tasa de paro en el 2018 seguirá por encima del 20%, situación que, según el director técnico de la FAD, Eusebio Megías, provocará desequilibrios sociales “profundos y duraderos”.

En los próximos cinco años las familias en España serán multigeneracionales y los mayores de 65 años reforzarán su posición porque sus pensiones representarán el ingreso más sólido y continuo.

Por su parte, la dependencia económica de los jóvenes hacia sus padres y abuelos aumentará, al igual que aumentará el cuidado que los mayores recibirán por parte de los jóvenes españoles. Pero, a pesar de esto, Megías dijo que la fuerte desigualdad de género en el reparto de las tareas del hogar, del cuidado de los hijos y de los ancianos persistirá.

En relación a las políticas sociales, el estudio muestra que aquellas relacionadas con la dependencia se reducirán aún más. “Los recursos dedicados a este ámbito serán escasos y tardarán en llegar a sus destinatarios”, afirmó el director técnico de la FAD, encargado de presentar los resultados del estudio.

DECLIEVE DEL BIPARTIDISMO Y MOVILIZACIONES

En materia política, los expertos preveen un declieve del bipartidismo que supondrá un “profundo” replanteamiento de los conflictos políticos tradicionales en España. A partir de 2018 se hablará de ‘nueva política’ frente a la ‘vieja política’, en lugar de aludir al enfrentamiento entre izquierda y derecha.

Así, la crisis también incidirá en este ámbito provocando en los próximos cinco años una amplia reducción del apoyo a los partidos tradicionales y de la participación electoral.

Además, los autores del estudio creen que entre 2014 y 2018 España asistirá a un debilitamiento “inexorable” y profundo del Estado de bienestar.

Los expertos preveen que en cinco años la participación social de los jóvenes españoles estará caracterizada por una mayor implicación en el ámbito colectivo y una renovación constante de temas y causas de movilización. En este sentido, el estudio desvela que el compromiso de los jóvenes será un indicador de una mayor exigencia de regeneración política, de un cambio en la percepción de la propia identidad social y un más alto civismo que contagiará al resto de la sociedad, que tomará las riendas de las nuevas formas de movilización y destacará por su compromiso comunitario y por una actuación de protesta pacífica relacionada con cuestiones sociales que seguirán afectando al conjunto del país.

Así, en los próximos años la agitación social provocada por los movimientos juveniles empujará a sindicatos y partidos políticos a atender las demandas de las nuevas generaciones que lograrán, según los sociólogos, un respaldo popular cada vez más amplio.

El director de la FAD, Ignacio Calderón, dijo que es “clave” analizar el entorno social, que, “sin duda”, afecta al comportamiento de los jóvenes, porque sin su análisis es “prácticamente imposible” hacer políticas de ayuda contra la drogadicción.