Así lo manifestó a Radio Vaticana el arzobispo Silvano Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, que llamó a la prudencia para hacer valoraciones, aunque añadió que Naciones Unidas había pedido la revisión de la enseñanza de la Iglesia sobre la contracepción y el aborto, según se hace eco el Servicio de Información del Vaticano.

“La primera impresión es que tenemos que esperar, leer atentamente y analizar en detalle lo que escriben los miembros de esta Comisión. Pero la primera reacción es de sorpresa, porque el aspecto negativo del documento que han presentado es que da casi la impresión de que estaba ya preparado antes de la reunión del Comité con la Delegación de la Santa Sede, que dio en detalle respuestas precisas sobre varios puntos que no han sido reportadas en este documento final, o al menos no parece que se hayan tomado en seria consideración”, señaló.

Según Tomasi, “casi parece que el documento no se haya actualizado, teniendo en cuenta lo que en los últimos años se ha hecho a nivel de la Santa Sede, con las medidas tomadas directamente por el Estado de la Ciudad del Vaticano y después en los diversos países a través de las respectivas conferencias episcopales”, cambios para la protección de los niños que es “difícil de encontrar” en otras instituciones y Estados.

El arzobispo recriminó a la ONU que hable de la defensa de la vida y la protección de los niños antes y después del nacimiento y que recomiende a la Santa Sede de cambiar su posición sobre el aborto: “Por supuesto, cuando se mata a un niño éste no tiene más derechos. Así que me parece una verdadera contradicción con los objetivos fundamentales de la Convención, que son proteger a los niños. Este Comité no ha hecho un buen servicio a las Naciones Unidas, intentando solicitar a la Santa Sede que cambie sus enseñanzas no negociables”.

“Se habla de 40 millones de casos de abuso infantil en el mundo; por desgracia, en algunos de ellos, aunque en proporción muy reducida en comparación con todo lo que sucede en el mundo, están involucradas personas de la Iglesia. Y la Iglesia ha respondido y reaccionado y continúa haciéndolo. Debemos insistir en esta política de transparencia, de no tolerancia de los abusos, porque un sólo caso de abuso de un niño, es un caso de más”, concluyó Tomasi.