En declaraciones a Servimedia, Olabarría manifestaba su posición tras conocerse las recomendaciones del informe del Comité de Naciones Unidas para los Derechos de los Niños, que tras su LXV sesión, dio un tirón de orejas a la Santa Sede por no haber perseguido los casos de pederastia protagonizados por religiosos.

La primera reflexión del diputado se centra en destacar que “los informes de la ONU son siempre rigurosos y deben ser tomados en consideración”.

Partiendo de esa premisa y del hecho de que “la pederastia es un delito en el Estado español y prácticamente en todos los países del mundo, así como su encubrimiento”, Olabarría cree que “la Iglesia debería reflexionar sobre si entre sus funciones se encuentra la de encubrir delitos cometidos por sus miembros”.

El diputado nacionalista vasco denuncia, también, que en algunas ocasiones esa labor de encubrimiento se ha llevado a cabo “recurriendo a amenazas como la excomunión para los que pretendan denunciarlos”.

Indicó que ahora corresponde plantear una “exigencia a la Iglesia y a su estructura jerárquica” para que “cese” el encubrimiento de “la comisión de delitos aberrantes” y pase a “colaborar con las autoridades en la denuncia y persecución de los delincuentes, sean quien sean”.

“El sacerdocio”, remachó el diputado del Partido Nacionalista Vasco, “no confiere ninguna suerte de impunidad ante la comisión de delitos tan graves”.

Finalmente, Olabarría advirtió que “estas exigencias se dirigen, también, a la Conferencia Episcopal Española y solicitamos también que la Fiscalía General del Estado, en el ámbito de sus competencias, realice las labores de averiguación que el ordenamiento jurídico le impone”.