En declaraciones a Servimedia, el portavoz del SUP, José María Benito, aseguró que esta decisión del Ejecutivo vasco hace un “flaco favor a la reconciliación” tras la violencia de ETA. Sostuvo que llevar supuestas víctimas policiales a los colegios ofrecerá “una visión sesgada a los niños” sobre la banda terrorista, ya que se les educará en el “odio y el rencor”.

Según Benito, los familiares y víctimas de etarras que “afortunadamente siguen con vida” son los que deberían aleccionar a los niños vascos y no “media docena” de víctimas de supuesta represión policial.

Por su parte, el secretario general de la CEP, Ignacio López, dijo que esta medida del Ejecutivo de Íñigo Urkullu es “una campaña de las instituciones vascas de intentar modificar la historia”, cuando la realidad es que “hubo gente que puso la nuca mientras que otros ponían las balas”.

“Las víctimas de la represión policial o de la acción terrorista las determinan los juzgados, no el Gobierno vasco”, señaló López.

Para el secretario de la CEP, “estamos acostumbrados a ver terroristas en el seno de las instituciones, representantes de la ciudadanía despachar y llegar a acuerdos ellos”. Esto muestra “el cinismo de la casta política”, concluyó.