El programa se hizo eco del testimonio de residentes que introdujeron cámaras ocultas en un centro de Leganés (Madrid) para denunciar la supuesta falta de asistencia y la situación de abandono de las personas ingresadas en él.

Ante el malestar que estas denuncias provocaron en los trabajadores, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) pidió el lunes al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, del que depende el Imserso, que tomara las medidas oportunas y que desmintiera los hechos relatados en el programa.

Este martes, el Instituto de Mayores se hace eco de esa petición y desmonta uno por uno en un comunicado los puntos denunciados en el espacio televisivo.

"En este centro no se ha producido ningún fallecimiento de alguno de sus usuarios discapacitados que haya tenido por causa una atención deficiente por sus profesionales o por un mal funcionamiento y estado del centro y sus instalaciones", asegura el Imserso.

El mencionado centro, prosigue la nota de prensa, atiende a 120 usuarios y en el programa se recogieron afirmaciones de tres y de otras dos personas no usuarias, "que no reflejaron en forma alguna la atención efectivamente prestada" y la calidad percibida por los beneficiarios.

"No existe constancia de ninguna denuncia o queja que haya apuntado a causas de fallecimiento que hayan tenido que ver con la falta de atención o el mal funcionamiento del Centro y sus instalaciones", añade.

Con respecto a las afirmaciones relativas al aseo personal e higiene de los usuarios, el Imserso señala que el cambio de pañales se efectúa seis veces al día y además cuando así lo precise el residente.

Además, continúa, los residentes que así lo requieren, por necesitar ayuda de otras personas, reciben el aseo personal adecuado a sus necesidades, y quienes no precisan de la ayuda de una tercera persona se duchan y asean con la periodicidad que ellos decidan.

"Tampoco es cierto", añade el Imserso, "que los cortes de pelo que exhiben los usuarios respondan a imposiciones del centro", sino que obedecen a los gustos y preferencias de sus usuarios.

Otro de los aspectos recogidos en el programa televisivo alude a la falta de atención durante un largo periodo de tiempo de un usuario en su habitación, algo que, afirma el Instituto de Mayores, no es verdad.

Las imágenes alusivas a este hecho "se han obtenido fraudulentamente y con cámara oculta, y la forma en que se han montado en el programa, con cortes, en modo alguno permite acreditar que haya transcurrido ese espacio de tiempo sin que el residente haya sido atendido", sostiene.

ALIMENTACIÓN

Con respecto a la alimentación de los residentes, el Imserso afirma que, salvo que por sus condiciones físicas no sea posible, se realiza en el comedor del centro.

Durante las comidas los usuarios reciben la asistencia de una media de 25 a 30 profesionales del centro, por lo que la escena en la que aparece atragantándose una mujer responde, según el Imserso, a imágenes "tomadas de forma fraudulenta, sin respetar el derecho a la intimidad de la afectada y el resto de los usuarios".

Sea como fuere, agrega, "la usuaria padece una enfermedad que hace que se manifiesten de forma muy expresiva sus movimientos y más en una situación de posible dificultad para tragar".

El Imserso desmiente así cada uno de los aspectos denunciados en el programa y señala, por ejemplo, que en 2013 licitó y adjudicó una inversión de más de 2 millones de euros para tareas de remodelación del centro, cuyo inicio está previsto en marzo de 2014.

Habla igualmente el comunicado de "suficiencia de personal en el centro", que dispone de una plantilla de 154 trabajadores para atender a 120 usuarios.

No entiende tampoco el Imserso que las denuncias mencionadas se hayan hecho en televisión, ya que el centro dispone de protocolo para gestionar las incidencias o reclamaciones de los usuarios.

Finalmente, el Imserso señala que "lamenta profundamente la imagen absolutamente distorsionada y alejada de la realidad que transmite el referido programa".

Finalmente, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales lamenta que los responsables del reportaje no hayan contrastado la información que difunden con los representantes legítimos de los trabajadores (comité de empresa) ni con otros profesionales o personas que realizan voluntariado "y conocen bien y de una forma independiente la realidad del centro".