Así lo ha señalado Ron en rueda de prensa tras presentar los resultados de la entidad en 2013, cuando obtuvo un beneficio de 325 millones de euros, en la que pronosticó que ante la vuelta de algunas entidades al mercado se produzca “algún juego” respecto a posibles compras.

Ron sostuvo que Bankia “no está en el radar” de sus preocupaciones, por lo que Banco Popular no tiene “ninguna intención de quedarse con acciones” de la entidad nacionalizada, aunque matizó que si participaría como intermediario en el proceso de colocación.

Respecto a Catalunya Banc, Ron indicó que estudiará “cualquier operación” cuando se inicie la venta de las entidades nacionalizadas, siempre y cuando no ponga en riesgo la solvencia y les permita continuar con su modelo de negocio.

Asimismo, el presidente de Banco Popular pronosticó, ante la vuelta de algunas entidades al mercado, que tenga lugar “algún juego” respecto a posibles compras.

“EUROPA DE MEGAENTIDADES”

De igual forma, se refirió a los test de estrés, las pruebas de resistencia sobre la capacidad de los bancos y cajas para enfrentarse a posibles deteriores de la economía, Ron dijo estar “tranquilo” y opinó que la banca española los “pasará sin problemas”.

En cuanto a la ‘Europa de megaentidades”, en referencia a la Unión Bancaria Europea, Ron dijo esperar “no solamente sobrevivir”, sino que se haga “muy bien”, de forma que rechazó cualquier “riesgo” sobre el tamaño resultante del nuevo mecanismo.

Por otra parte, ante la etapa de “recuperación”, Ron sostuvo que Banco Popular “se abre al negocio tradicional” con las pequeñas y medidas empresas, con el objetivo de “estar a la cabeza en términos de rentabilidad y eficiencia”.

Sobre la reestructuración de la banca destacó que España ha tenido un proceso de reestructuración que “no tiene parangón en el mundo”, a excepción del caso de México a finales de los años 90.

En esta línea, recordó que, mientras que en el año 2011 el 90% del mercado estaba controlado por más de 50 entidades, este año el 90% lo controlan “poco más de 12 entidades”. “En España han sobrevivido aquellos que tenían diversificación internacional o de negocios y no estábamos solo en el mercado inmobiliario”, añadió.

Por otra parte, Ron destacó la “mejora de la percepción” de la economía española, visualizada principalmente en el coste de la deuda gracias a que “España es uno de los países que con más ímpetu ha emprendido reformas”, como el “éxito” de la reforma laboral, financiera y de pensiones.

No obstante, instó a “mantener el espíritu reformista” y acometer medidas para las reformas demandadas por los mercados, como el control del déficit con “medidas de ahorro del gasto”, y una reforma fiscal que “incentive las rentas del trabajo y libere recursos a las familias”.

A su juicio, esto podría hacer potenciar el consumo interno, lo que sería “muy bueno” para la economía española, indicó Ron, que citó a la reformas en el mercado interior único y sobre las administraciones públicas entre las más demandadas por los mercados.