Así lo explicaron este martes en la presentación oficial en Madrid de Cáritas Castrense su director general, Manuel Bretón, y el delegado de Acción Social de Cáritas Castrense, Francisco Bravo. El encuentro también contó con la presencia del secretario general de la entidad, José Luis Falcó.

La organización, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Defensa y tiene por lema ‘Todo por la caridad’, es una iniciativa pionera en el ámbito militar. Así lo aseguró Bretón, que dijo que también con este proyecto “el Ejército es innovador”. “No tenemos noticia de que exista en otros países una Cáritas Castrense”, añadió.

Bretón recordó asimismo que el Ejército no cumplía con una de las tres misiones de la Iglesia, la relativa a la caridad, desarrollada por cada obispo en su diócesis. Así arranca su trabajo esta Cáritas, que según su director, trata de dar apoyo a un colectivo “no sólo en el tema material, que a primera vista no es muy necesario. La pobreza no sólo es material, existe en todas partes: soledad, pobreza de espíritu y desarraigo”.

Esta demanda de ayuda es similar a la que tienen otros sectores de la población, como consecuencia, entre otras cuestiones, de la crisis económica y la profesionalización a la que se ha sometido a las Fuerzas Armadas españolas en los últimos años.

Sin embargo, a diferencia de otras Cáritas diocesanas, la Castrense tiene la peculiaridad de no contar con un territorio asignado, pues su ámbito de actuación está enfocado a los militares, policías y guardias civiles en activo o retirados, sus familias y otras personas y profesionales ligados a estos colectivos. “Donde tengamos desplazado personal, allí estará Cáritas Castrense”, prometió el secretario general, José Luis Falcó.

Alrededor de 90 capellanes prestan su servicio pastoral en todo el territorio nacional así como en los destinos de misiones en los que se encuentran los militares españoles. Por este motivo, no existe una contabilidad de los fieles ‘adscritos’ a la diócesis de Juan del Río.

PRIMEROS TRABAJOS

Aunque apenas acaba de configurarse, Cáritas Castrense ya ha recaudado fondos y ayuda material para diversos proyectos. El más importante ha sido el destinado a apoyar a la población filipina tras el ciclón Haiyán. “La Iglesia Castrense no puede mirar para otro lado. Ante hermanos que sufren, tiene que responder, y Cáritas está para eso, para encauzar la respuesta hacia los hermanos, sean o no católicos”, destacó Francisco Bravo, que diariamente está recibiendo casos de petición de ayuda.

En este poco tiempo que lleva en marcha, Cáritas Castrense también ha recaudado 9.000 euros para ayudar a los parados y ha organizado una ‘operación kilo’ de recogida de alimentos. En estudio está, según anunció Bravo, la creación de un teléfono de atención a los mayores del ámbito militar, policial y de la Guardia Civil, aunque la prioridad de esta nueva organización es la constitución de otras nuevas Cáritas parroquiales castrenses, para configurar una red más amplia, y trabajar de forma conjunta con las dama, organizaciones y hermandades que prestan su labor solidaria en el seno de las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil y la Policía Nacional.