En los pasillos del Congreso, Díez subrayó que ese sistema “funciona bien” y es apreciado por los ciudadanos, y la apuesta del PP de Madrid ejecutada por el Gobierno de Ignacio González era contraria a los derechos fundamentales.

Felicitó por ello a todos los que han mantenido esa lucha, que en su opinión era claramente “transversal” en la sociedad y estaba “por encima de cualquier ideología”.

Supone que González hará “su propia autocrítica”, pero le aconsejó que reflexione sobre si su apuesta era o no acertada, y que ahora destine todos los recursos posibles a mejorar el sistema sanitario “en vez de a desmantelarlo”.

Sobre si la presión ciudadana puede obligar a los gobiernos a modificar sus planteamientos, Rosa Díez explicó que confía especialmente en las posiciones políticas argumentadas y defendidas en las instituciones, sin perjuicio de movilizaciones pacíficas que puedan mostrar también una posición.

Cree que la fuerza está en esa “unión” entre el rechazo de todas las fuerzas parlamentarias y la oposición de los ciudadanos expresada en las calles, que se ha visto en este asunto. Cuando eso sucede, sentenció, a quienes gobiernan “les tiene que hacer pensar”.