La resolución del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, recogida por Servimedia, señala que la superficie añadida pertenece al Organismo Autónomo Parques Nacionales, salvo una pequeña parcela cuya titularidad era de la Fundación Biodiversidad, y está distribuida en 67 parcelas sin servidumbres que las graven, situadas en la cuenca del río Guadiana y en la subcuenca del Gigüela.

La gran mayoría de las 1.102,51 hectáreas incorporadas al Parque han estado dedicadas a la agricultura y será necesario realizar un programa de restauración de hábitats con el fin de “lograr un mosaico de diferentes tipos de formaciones vegetales donde se intercalen manchas de monte, dehesas, pastizales naturales y terrenos de labor destinados al cultivo de cereales de secano y olivares de secano para incrementar la biodiversidad” de este espacio protegido, según señala la resolución.

De esta forma, los olivares y los terrenos de labor serán aprovechados con criterios de agricultura ecológica definidos por la consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, en tanto que se mantendrá la explotación de unas 14,29 hectáreas de viñedos en espaldera hasta que concluyan los compromisos recogidos en la orden de la región castellanomanchega sobre reestructuración del viñedo de esta comunidad.

FUTURAS AMPLIACIONES

El Consejo de Ministros aprobó este aumento el pasado 10 de enero. En una rueda de prensa, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, señaló que esta ampliación es “importante” porque “todas las zonas del sistema hídrico completo de Las Tablas de Daimiel, al estar rodeadas de mayor territorio, tienen una mayor protección”.

Además, apuntó que a anexión de nuevas fincas incluye “una excelente representación de un encinar sobre calizas, con su correspondiente sotobosque, una amplia representación de la dehesa manchega, así como diversas tipologías de vegetación de depósitos eólicos”.

El titular de Medio Ambiente señaló que los nuevos ecosistemas están acompañados de “su correspondiente fauna, flora y valores geomorfológicos complementarios”.

Arias Cañete afirmó que el Gobierno tiene “la voluntad” de que el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel “siga adquiriendo una mayor dimensión” en futuras ampliaciones, hasta lograr una superficie homogénea y óptima para su conservación, si bien precisó que “los procesos de deslinde son complejos”.

De hecho, la resolución publicada este lunes señala que, “en la medida que se prosiga con las adquisiciones de predios y se vaya obteniendo un perímetro más regular y homogéneo, se podrán efectuar sucesivas ampliaciones del Parque Nacional”.

Las Tablas de Daimiel fueron declaradas parque nacional en 1973 con el fin de crear una zona de reserva integral de aves acuáticas y preservar la riqueza de su flora, su fauna y sus singularidades ecológicas.

Las 1.102,51 hectáreas añadidas al Parque incluyen retazos de terrazas fluviales, depósitos de arenas de origen eólico, calizas pliocenas y encinares, y en ellas residen poblaciones de especies como la tórtola común, el búho chico, el águila imperial ibérica, la perdiz roja, el conejo común, el tejón, la jineta o el gato montés.