En declaraciones a Servimedia, Ibáñez, que habló en nombre de la organización católica Justicia y Paz de Barcelona y de las comisiones de Justicia y Paz en Cataluña, concretó que ese diálogo debe hacerse “respetando los pactos, acuerdos y evitando no perjudicar a nadie”.

El director catalán de Justicia y Paz Barcelona fue uno de los portavoces de las sesenta organizaciones católicas que mostraron a finales de 2013 su apoyo al Parlamento catalán para celebrar una consulta independentista, alegando seguir la iniciativa mostrada por los obispos catalanes en este tema y remitiéndose a la doctrina social de la Iglesia.

Todas esas organizaciones, supuso, “estarán más o menos en la opinión del abad de Montserrat”, que este jueves acusó a la Conferencia Episcopal Española de no comprender la realidad catalana y de defender la unidad la unidad de España y apoyó la consulta independentista.

A esa doctrina también remitió Ibáñez a los obispos españoles que, en su opinión, coincidirían con las palabras de Juan Pablo II sobre los derechos de los pueblos, en las que se inspiran los católicos catalanes para “llegar a consensos más amplios”. “Sobre ese tema tienen que hablar más”, solicitó a los prelados españoles, pidiéndoles que eviten que “los sentimientos nublen la visión” sobre “cuestiones que a veces nos dividen”.

NEGOCIAR CON ESPAÑA

Desde Justicia y Paz Barcelona se recordó que existe un reclamo “de por lo menos el 70 por ciento de la población” favorable a que Cataluña sea consultada, pero que, “como es una cuestión que afecta a España, es lógico que esa pregunta, el modo de hacerla, la fecha, el tipo de procedimiento jurídico para establecer esa consulta, cómo se deben interpretar los resultados, todas esas cuestiones se deben negociar con el Estado español”.

Ibáñez añadió que cualquier decisión política tiene que mirarse “por el bien común de todas las personas afectadas por cada decisión”, en respuesta al planteamiento que hizo a Servimedia el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo.

Sobre las relaciones entre los pueblos de España, Gil Tamayo recordó un documento de la CEE en el que se reconocía “la legitimidad de las posturas nacionalistas verdaderamente cuidadosas del bien común” y que hacía una llamada “a la responsabilidad” respecto a ese bien común que “hoy es necesario recordar”.

Y, citando a los obispos españoles, apuntó: “Se debe preservar el bien de la unidad al mismo tiempo que el de la rica diversidad de los pueblos de España”.

No obstante, Gil Tamayo tildó de “moralmente inaceptable” e “inadmisible” poner en peligro la unidad de España con la consulta independentista anunciada en Cataluña. En este contexto, Ibáñez, como trasmisor de las opiniones de las comisiones de Justicia y Paz en Cataluña, concluyó que “no toda decisión tiene que gustar a todos los grupos, aunque no necesariamente sea contraria al bien común”.