En el texto, que ha sido remitido a la multinacional, se afirma que actualmente las prácticas impositivas de la compañía están bajo escrutinio público en países como el Reino Unido y Francia, por lo que hace que esté bajo la presión de los reguladores y cause un daño en la reputación de la misma.

Además, en el argumentario se afirma que cuando las grandes corporaciones multinacionales explotan las diferencias de los códigos tributarios nacionales para reducir el pago desus impuestos, socavan la democracia y el Estado de Derecho.

Sin embargo, ICCR asegura en su escrito que las corporaciones y los inversionistas dependen de los servicios públicos financiados por los ingresos tributarios, desde la propia aplicación de ley, a la regulación del mercado, los sistemas judiciales, el mantenimiento de las infraestructuras, la educación pública, la reducción de la pobreza, la protección del medio ambiente, la defensa nacional y la investigación científica. Pero, estos servicios no pueden ser mantenidos por la filantropía corporativa o el aumento del precio de la acción.

También se afirma que la trama impositiva establecida por la empresa tecnológica puede dar como resultado una asignación inadecuada de capital, así como enmascarar las verdaderas fuentes de valor de la compañía en el largo plazo.

Por estas razones, y para hacer frente a los desajustes entre las estrategias fiscales de Google y sus compromisos con los distintos grupos de interés se hace necesaria la aprobación de unos principios fiscales que podría ayudar a proteger dicho valor. Por estas razones solicita al Consejo de Administración que adopten este tipo de principios para poder abordar el impacto de la empresa sobre las estrategias fiscales.