En la Sesión de Control al Gobierno celebrada en el Congreso de los Diputados, Rajoy insistió, en respuesta a la petición de la diputada de BNG Olaia Fernández Dávila para que el Ejecutivo “retire” la Ley del Aborto, que el texto analizado por el Consejo de Ministros es “susceptible de debate” y de incorporar “diversas aportaciones” porque, reconoció, tiene puntos que son controvertidos.

“Hay algunos puntos que sin duda algunas son controvertidos. Es un anteproyecto que se va a someter a debate. Hay distintas visiones en la sociedad. Es un tema enormemente sensible y con esa sensibilidad y delicadeza debe tratarse”, asumió el jefe del Ejecutivo.

En este sentido, Rajoy insistió en que “no se trata de buscar una legilsación acorde con los principios personales o individuales de ninguna persona o sector”, sino acorde con la doctrina constitucional, respetuosa con los derechos de todos y que valga para “la mayoría de la sociedad”. A este respecto, abogó por llegar a un entendimiento para que “no se rompa” un consenso que había durado desde 1985.

La diputada de BNG criticó “la hipocresía, perversidad y doble moral” que implica la ley. “Es una propuesta involucionista que nos retrotrae a otros tiempos”, señaló tras advertir de las diferencias que se crearán entre mujeres en función de su sistuación económica si no cambia la norma en su tramitación. “Las mujeres, de lo único que somos víctimas es de ideologías intransigentes. No queremos que nos liberen de ser personas, de ser personas con todos los derechos”, urgió Fernández Dávila.