Según el responsable socialista, esta reclamación se produce “cuando los grandes defraudadores no pagan a Hacienda o pagan cantidades ridículas”. Saura aseguró que el Partido Socialista está preparando ya iniciativas parlamentarias sobre este asunto y que las presentarán “próximamente” en el Parlamento.

La campaña del Ministerio de Hacienda para que afloren las pensiones que los emigrantes cobran del extranjero con el objeto de que tributen por ellas va dirigida especialmente a aquellos que perciben más de 11.200 euros anuales.

Ese es el mínimo a partir del cual los perceptores tienen la obligación de notificarla e incluirla en la declaración de la renta. Por debajo de esa cantidad, están exentos.

Por diversas razones, muchos emigrantes no han declarado sus pensiones en el IRPF. Unos porque no tienen la obligación, pero otros muchos, miles, posiblemente por desconocimiento de que tenían que hacerlo si cobran una pensión anual superior a los 11.200 euros y porque desde las asesorías laborales de las embajadas españolas les dijeron que no tenían que presentar la declaración de la renta.

Pero ahora se encuentran con que la Agencia Tributaria les está enviando requerimientos para que acrediten los subsidios obtenidos de otros países desde el año 2008 y, en consecuencia, paguen por ellos, tanto la parte correspondiente por esos ingresos como una multa por no estar al día en sus obligaciones fiscales.