Para combatir esta situación, la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (Unodc, según sus siglas en inglés) lanzó este martes una campaña mundial con el objetivo de concienciar a los consumidores sobre los productos falsificados.

La iniciativa, que lleva como lema “Productos falsificados, no apoyes el crimen organizado”, fue presentada en la pantalla de la bolsa electrónica Nasdaq, en un edificio del Times Square de Nueva York (Estados Unidos), y se emitirá este mes de enero en diversos canales de televisión de todo el mundo.

La campaña informa a los consumidores que comprando productos falsificados puede estar financiando bandas de delincuencia organizada, puede poner en peligro su propia salud y puede contribuir a otros problemas éticos y ecológicos, por lo que les insta a “mirar más allá” para entender mejor las diversas repercusiones de este comercio ilegal.

La Unodc señaló que el tráfico ilícito y la venta de productos falsificados proporcionan a los delincuentes una importante fuente de ingresos y les facilita el blanqueo del dinero procedente de otras actividades ilegales.

La industria de la falsificación alcanza a toda clase de bienes, desde piezas de motores de automóviles o aviones hasta alimentos para bebés y juguetes para niños. Sin embargo, la Unodc destaca en especial los medicamentos fraudulentos, que ponen en peligro la salud y cuyo tráfico genera unos 5.000 millones de dólares cada año.

“Al tratarse de un crimen que afecta a prácticamente toda la población de una u otra manera, los productos falsificados representan un grave riesgo para la salud y la seguridad de los consumidores. Sin normativas legales, los consumidores se encuentran expuestos a productos inseguros e ineficaces que pueden producir lesiones y, en algunos casos, la muerte. Ruedas de vehículos, discos de freno, airbags, componentes de aviones, productos eléctricos de consumo, alimentos para bebés y juguetes para niños son sólo algunos de los diferentes artículos que se falsifican”, resaltó.

MEDICAMENTOS FRAUDULENTOS

Este organismo de la ONU destacó que los medicamentos fraudulentos pueden representar también un grave riesgo para la salud de los consumidores y que la actividad criminal en este ámbito genera cada año unos 5.000 millones de dólares (unos 3.650 millones de euros).

“La lista de medicamentos fraudulentos es extensa y abarca desde analgésicos comunes y antihistamínicos hasta los llamados ‘medicamentos para mejorar la calidad de vida’ como los que se toman para perder peso o tratar la disfunción sexual, pasando por medicamentos que salvan la vida como los fármacos para el tratamiento del cáncer y las cardiopatías”, apostilló.

Desde el punto de vista ético, la Unodc subrayó que fabricar productos falsificados implica explotación laboral, con trabajadores sin papeles mal pagados que operan sin ninguna normativa de seguridad y con pocos o ningún beneficio social y con el tráfico ilícito de migrantes.

Desde una perspectiva medioambiental, la ONU indicó que, al no existir normativas al respecto, existen muchas probabilidades de que tintes tóxicos, sustancias químicas y componentes desconocidos usados en productos eléctricos falsos no tengan una gestión de residuos apropiada, causando así graves daños al medio ambiente.