Esta organización ecologista mostró su “preocupación” sobre el destino y tratamiento de este material químico y alude a las informaciones de los últimos días que apuntan a un posible desembarco de los residuos en Tarragona o Rota, como ha solicitado Obama a Rajoy, lo cual, según Ecologistas en Acción, “han generado confusión ante la falta de posición oficial” del Gobierno español.

"Como usted bien sabe, este armamento no solo es tóxico en su utilización, sino también tras su inutilización en función de los métodos de destrucción que se utilicen", explica la carta.

Ecologistas en Acción señaló que la desactivación de este armamento se tiene que llevar a cabo sobre la base de la neutralización fisicoquímica de sus elementos y no con una destrucción energética, que ocasionaría numerosos problemas por la toxicidad del proceso de incineración.

Además, indicó que debe hacerse en tierra y no por un proceso de incineración, para cumplir con la legislación y evitar riesgos.

“Su tratamiento es extremadamente delicado, por lo que la sociedad debe estar informada sobre la naturaleza química del armamento, la cantidad que se va a desactivar, la procedencia en su fabricación y si en esta han participado más países o empresas más allá de las sirias y el tratamiento previsto de ese armamento químico”, añade la misiva.

Con respecto al destino del armamento químico de Siria, Ecologistas en Acción advierte de que se debe aplicar el principio de responsabilidad del fabricante y el de proximidad, por lo que son los países y empresas que han fabricado y vendido esas armas los responsables de su destrucción. "Si, como parece, la mayoría de la producción es de origen sirio, consideramos que sería este país el primer responsable de su inactivación", subraya.

En todo caso, recalca que el Gobierno español debería actuar con “coherencia”, destruyendo todo el armamento de este tipo que existe en España, y mostrar su responsabilidad hacia la sociedad civil siria, impulsando mecanismos pacíficos de resolución de conflictos en la zona, como un total embargo de armamento y una ofensiva diplomática y de interposición entre las partes.