Un estudio denuncia la invisibilidad de los menores inmigrantes no acompañados en Cataluña
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Los menores inmigrantes no acompañados son invisibles para la administración catalana, según denuncia un estudio de la fundación Pere Tarrés de la universidad Ramon Llull.
Esta investigación analiza la realidad de aquellos menores inmigrantes que viven solos o no reciben la debida atención por parte de su familia en Cataluña, y denuncia “el riesgo social” en que se encuentran por dicho abandono.
Según el estudio, los chicos “insuficientemente acompañados” acostumbran a estar al cargo de hermanos mayores de edad o de familiares o compatriotas en la misma situación de irregularidad y marginación.
Mayoritariamente se trata de chicos marroquíes, pero también hay algunos paquistaníes y bengalíes, señala el estudio.
La realidad de las chicas depende de su nacionalidad, ya que suelen estar a cargo de familiares o compatriotas si son marroquíes; de suegros y maridos si proceden de Europa del Este, y de novios, compatriotas e intermediarios adultos cuando se dedican a la prostitución.
El trabajo distingue entre cinco grupos fundamentales de menores no acompañados: chicos marroquíes que viven en la calle y terminan con deterioro físico y mental; marroquíes con familia extensa o una red social pero que “se buscan la vida en la calle”; chicas marroquíes con red social; chicos y chicas de la Europa del este con red social, y chicas del este dedicadas a la prostitución.
Según sus conclusiones, el 95% de los menores emigrantes toman esta decisión por sí solos, sin contar con sus familias.
Sus motivos son principalmente económicos, para mejorar sus expectativas sociales y políticas o para labrarse un futuro en el deporte y el arte.
Se ha detectado también una motivación nueva muy frecuente entre las chicas: huir de una situación familiar de conflicto.
LAS NIÑAS, LAS GRANDES OLVIDADAS
Según la fundación, los estudios migratorios sobre menores solían ignorar la realidad de las chicas, aspecto que por primera vez trata este trabajo.
Así denuncia que una parte importante de estas menores se dedican a la prostitución, sobre todo adolescentes rumanas y, en menor medida, de Nigeria y Eslovaquia.
En cuanto a las marroquíes, muchas se emplean en el servicio doméstico, con frecuencia dentro de las mismas familias de acogida.
Finalmente el estudio denuncia que algunas de ellas se emplean como criadas infantiles(petites bonnes), y que sufren situaciones de violencia de género.
(SERVIMEDIA)
21 Dic 2009
AGQ/jrv